Segismundo toma el autobús de la línea 15 todas las mañanas para cruzar la ciudad hacia su trabajo. Segismundo siempre va con prisas y mira con impaciencia para ver cuándo llega el autobús. Él tiene la impresión de que el autobus siempre pasa antes en la dirección contraria que en la suya. Y le da mucha rabia. Un día decide comprobar si es verdad:
Durante 4 semanas anota cuántas veces pasa el autobús primero por su parada y cuántas pasa primero en dirección contraria. Al final lee con asombro sus notas: el autobús pasó 16 veces primero por el carril contrario y sólo 4 veces pasó primero por su parada.
Segismundo está desconcertado: si el autobús pasa cada 15 minutos, no importa si va o si viene ¿No debería haber pasado exactamente la mitad de veces en una dirección o en la contraria? ¿Por qué se empeña en pasar en la dirección que no conviene a nuestro amigo?
Segismundo espera tu ayuda para entenderlo. La solución, como siempre, el domingo que viene.