Hace poco leí un artículo sobre una anécdota que cuenta Irene Vallejo (autora que os recomiendo) sobre su abuelo donde le explicaba que el bien no se nota, que hay gente haciendo cosas buenas por los demás, pero como eso hace que la vida siga su curso, parece que no se hubiera hecho nada. Y creo que esa frase define perfectamente la sensación que tengo cada vez que veo todo el trabajo que hacen mis compañeros del AMPA. Permitidme que coja un poco de distancia y hable de ellos desde fuera, ya que admiro profundamente lo que hacen todos y cada uno de ellos.
Este pasado viernes, por ejemplo, quedaron para pintar de nuevo los juegos del patio. Pero ese trabajo no es solo pintar.... es buscar la pintura adecuada para que los peques no se resbalen, encontrar colores bonitos y llamativos, diseños divertidos... y muy importante, que todo se ajuste al presupuesto.
Porque quizás día a día no se note, pero hay mucho trabajo detrás de un AMPA. La organización de las jornadas, de las fiestas, Charlas con café o del Club de Lectura lleva mucho tiempo. Hay que pensar y organizar bien lo que se quiere hacer, buscar los materiales, comida, bebida... llegar con tiempo para preparar el lugar del colegio que se haya escogido para celebrar la actividad y una vez que la actividad ha terminado... toca recoger. Y ya si viene algún ponente o invitado, la cosa se complica un poco más.
Para que los niños y niñas del centro tengan su regalito en Navidad, o el regalo de fin de curso para los que se gradúan, se empieza a trabajar desde mucho antes para encontrar un detalle que les guste y que esté en tiempo para el día señalado. Así mismo, hay que mirar con tiempo presupuestos y diseños de agendas para el siguiente curso.
El AMPA tiene reuniones periódicas con el centro para ayudar en todo lo posible, también se está presente en las reuniones de distrito para pedir mejoras en el cole (baños, insectos, muro del colegio, bolardos en la entrada...), en el consejo escolar trasladando las inquietudes de las familias, formando parte de las diferentes comisiones para un mejor funcionamiento del colegio, estando mano a mano con el colegio para hacer frente a temas tan preocupantes como el bulling, o ayudando económicamente (y sudando mucho en las fiestas) para que todas las clases tengan pizarra digital, aire acondicionado o filtros HEPA. La próxima lucha, los toldos para el patio... ¿Podremos conseguirlo?
Y no quiero aburrir, pero hay muchas cosas más... El AMPA presenta todos los años un diseño al concurso de COVAP para que los niños y niñas tengan batidos el día de Andalucía, se colabora todo lo que se puede con el colegio si hay que organizar alguna actividad o hay que mejorar alguna zona. Y entre las extraescolares hay muchas de ellas que se proponen y coordinan desde el AMPA.
Se organizan recogidas de firmas para ayudar a tener más recursos y se lucha para que la educación realmente sea una educación de calidad para todos los alumnos y alumnas del colegio.
También se realiza toda la gestión de la venta de polvorones para que los niños y niñas de sexto puedan ganar dinero para la excursión de fin de curso. Se organiza el proyecto de Inmersión Lingüística, que eso tiene una trabajera enorme...
Tantas cosas... y tantos padres y madres maravillosos están y han pasado por nuestro AMPA echando una mano y dedicando algo tan valioso como es su tiempo... y tanto que agradecerles.
Quiero terminar con una frase que dice la propia Irene Vallejo: El bien es sigiloso y tímido, no hace ruido, pero existe. Y añado... y tenemos una suerte increíble al estar rodeados de tantas personas que trabajan por el bien común.
(Artículo "El bien no se nota" de Eduardo Caccia, periódico Reforma)
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